lunes, 8 de noviembre de 2010

Música chicha

Un fervor conocido por muchos, valorado por algunos, y desprestigiado por ciertos sectores en el Perú, es deseoso y incandescente este fenómeno que llama multitudes, llena estadios y renvalsa alegría y oculta el dolor transformándolo en pasión. Es lo que denota la música CHICHA, en pueblos populares, en comunidades alejadas de la capital, en los caseríos olvidados o en los barrios. La variedad de las canciones supieron demostrar la Lima chola, migrante y trabajadora[1].

Sin embargo, este hecho venía surgiendo a partir de los años 40, cuando se instalan en la capital las primeras oleadas de migrantes[2], debido a la fuerte centralización que denotaba el Estado en ese entonces- existente hasta hoy- con la ocupación masiva de lima, desarrollando los barrios marginales, los (pueblo jóvenes)[3]. Pero, lo que representaba este género musical era principalmente producto de un encuentro de matrices culturales, local y global; entre estos estaban los géneros huayno mestizo, la cumbia colombiana y ritmos cubanos[4]. En los 70, con el poder de los gobiernos militares reformistas, el Estado se abocó a la promoción de este género y a lo vernacular[5].

Letras que acompañaban un sentir personal y necesario de expresar, la marginación toma un rumbo consecuente en esta situación, ya que, con el tiempo, se asociaba a la música chicha con lo marginal o grotesco: era considerada básicamente como música  o término que señala el mal gusto o la improvisación de provincianos, muy  a pesar de tener una matriz tropical[6]. Sin embargo no era del todo falso, ya que este género era  sinónimo de manifestaciones de violencia y peleas entre los mismos fanáticos que muchas veces terminaban en batallas campales; esto estigmatiza a los “chicheros” como gente de mal vivir[7]. Este término ha tenido una connotación despectiva, siendo menospreciada y considerándola diversión para gente “maleada” o “achorada”, asociándola no solo con la música en si, sino, con un determinado tipo de personas social y culturalmente cuestionadas[8]. Esta connotación hace referencia a lo anterior mencionado con los pueblos jóvenes y barrios marginales. Sin embargo, este fenómeno había sido advertido por antropólogos entre ellos Degregori, quien describió a la música chicha como una expresión de un fenómeno cultural que tenía que ver con las nuevas presencias andinas en la capital. Se llenaba estadios, rebalsaban coliseos y conciertos con la infaltable cerveza que combinaría perfectamente en el consumidor de este género. Ya con el tiempo fue adquiriendo nuevas formas, que se abordaron al público consumidor como la “tecnocumbia”. Solo el nombre de género ha cambiado, pero los orígenes son los mismos. Hasta hoy se mantiene y crece el fervor “chichero” con diversos representantes, que se dejan escuchar ya no solo en radios exclusivas del género, sino también, en radios multifacéticas según el gusto del consumidor.

Bibliografía

  1. BAILÓN, Jaime, 1993, “Consu-mis-ma Chicha”, en
Perfiles N°3, Universidad de Lima, Perú.

  1. Hurtado, Wilfredo  Chicha peruana: Lima: ECO, 1995.

  1. DEGREGORI, Carlos Iván 2000 La década de la antipolítica. Auge y huida de Alberto Fujimori. Lima: Instituto de Estudios Peruanos.

  1. VICH, Víctor “borrachos de amor”: las luchas por la ciudadanía en el cancionero peruano, JCAS Occasiona Paper no 15 2003

  1. BAILÓN, Jaime, 2004, “La chicha no muere ni se destruye, sólo se transforma. Vida, historia y milagros de la cumbia peruana”, en ÍCONOS No. 18, Flacso-Ecuador, Quito, pp. 53-62.

6.    PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL PERÚ (2002) III ENCUENTRO IBEROAMERICANO DE ECONOMIA POLITICA DE LA COMUNICACIÓN (consulta 5 de octubre) (http://www.macareo.pucp.edu.pe/.../Ponencia%20Sevilla.doc)


[1] Cfr.Vich 2003: 4
[2] Cfr. Hurtado 1995: 7
[3] Cfr. Hurtado 1995: 10
[4] Cfr. Bailón 1993: 15
[5] Cfr. Bailón 2004: 77  
[6] Cfr. Bailón 2004: 84
[7] Cfr. Pontificia universidad Católica del Perú 2002
[8] Cfr. Degregori 2000
Música chicha
Muchacho Provinciano, Chacalón y la Nueva Crema

Música afroperuana

Se originó aproximadamente en el siglo XVI, de una mezcla entre la cultura africana con la peruana. Luego de la llegada de los españoles, ellos trajeron consigo esclavos africanos debido a la falta de mano de obra indígena en la minas. Ellos eran violentamente sacados de sus tierras y traídos en buques llamados “Ataúdes” para ser vendidos como esclavos a los españoles. Es ahí que se genera un choque de culturas entre los africanos traídos y los indígenas peruanos por sus diferentes costumbres y por el tiempo que empleaban a desarrollar sus labores diarias. Los esclavos negros al no tener instrumentos, armaban los suyos propios como el tambor, el checo (que posteriormente sería el cajón), sonajeros y otros . Estas actividades las llevaban a cabo en sus tiempos libres como un medio de diversión o relajamientos debido al constante trabajo duro que les encargaban. Se puede ver la importancia de la música afroperuana desde dos perspectivas la primera en base a la contribución como estilo musical:


“El folklore urbano y rural ha recepcionado, sea como modalidad de catequización o simplemente de aceptación festiva, una serie de músicas, danzas y canciones de negros. En esta direcci6n son Famosa las danzas de los diablos, la adoraci6n del Niño Jesús, y la zamacueca”. (Kapsoli 1986:4)

La segunda en base al tributo de la coalición de la cultura negra a la sociedad peruana. Así pues, en el siglo XIX, las personas afroperuanas se valían de las danzas y la música para conseguir aceptación de clases sociales más elevadas. Sin embargo, a pesar de está supuesta aceptación de parte de “la clase dominante”, en las fiestas se dividía a la gente de alcurnia que bailaba vals y la gente de clase baja quienes bailaban el alcatraz, la zamacueca, etc.

“(…) muchas de las prácticas musicales asociadas predominantemente a la población afroperuana empiezan a caer en desuso a principios del siglo XX debido a diversos prejuicios sociales y raciales por parte de las clases altas, las cuales veían estos bailes como vulgares e indecentes”. (León 2010: 201)
Así se da una enorme presión social para que los negros se acoplen a cultura criolla, haciendo que sus danzas, festejos y demás costumbres desaparezcan de las demostraciones públicas y sus tradiciones vayan quedando en el olvido. Es por ello, que la música criolla y la música afroperuana eran consideras dentro de un mismo repertorio, pero en los años 50 se da su separación, cuando se empiezan a formar espectáculos de música estrictamente afroperuana, los cuales se dan gracias a un movimiento de revitalización cultural, el cual fue influenciado principalmente por la corriente “africanista” .

Hoy en día, la música afroperuana es considerada una gran parte de las costumbres peruanas, e incluso en la presente década el folclor afroperuano es investigado, su origen, sus danzas y sus géneros; y se busca trasmitir todo esto para seguir su legado, ya que es considerada una parte importante del patrimonio nacional


Bibliografía

1. CAMPOS YATACO, Eduardo (2010) LA práctica musical de la población negra en Perú - Chalena Vásquez (consulta: 5 de noviembre del 2010) (http://caneteartenegro.blogspot.com/2010/08/la-practica-musical-de-la-poblacion.html)

2. GUERRERO RAMÍREZ, Arturo y otros (2006) 361 Experiencias de la apropiación social del patrimonio cultural y natural. Volumen 5 de Somos patrimonio Bogotá: Convenio Andrés Bello

3. LEÓN, Javier (2010) A tres bandas. Mestizaje, sincretismo e hibridación en el espacio sonoro iberoamericano: Música tradicional y popular en la costa peruana. España: Akal

4. PRO SANTANA, Martha (2006) Derechos humanos desafíos y perspectivas de las y los afroperuanos. Nueva York.

5. UNIVERSIDAD JOSÉ CARLOS MARIATEGUI (2010) La música negra (consulta: 07 de Septiembre del 2010) (http://www.ujcm.edu.pe/mariateguino/musica-criolla-peru.php )

6. KAPSOLI, Wilfredo (1986) ESCLAVITUD DE NEGROS EN EL PERÚ (consulta: 5 de noviembre) (http://www.cedet.net/ESCLAVlTUD%20DE%20NEGROS%20EN%20EL%20PER%DA.pdf)


Música afroperuana

Música afroperuana en Chincha

domingo, 7 de noviembre de 2010

Música criolla

La música criolla tiene sus inicios en el siglo XIX, en un Perú que comenzaba a ser república y el mestizaje ya estaba instalado en la cultura peruana. Nace de las influencias de la música española traída, difundida principalmente en la costa, que se fusionan con los ritmos locales. De esta manera, la música también es evidencia del mestizaje.[1]

Criollo se les llamaba a los hijos de los españoles nacidos en América. Estos eran la clase dominante en la etapa colonial. Sin embargo, en el siglo XX perdieron hegemonía. En la actualidad, sirve para describir la cultura hispanoamericana. [2]
Dentro de la música criolla, se encuentran géneros como la polca, la música afroamericana y el vals peruano. Todos resultados de fusiones de dos culturas, ya sea la de los de origen polaco, los esclavos africanos o los españoles, respectivamente.[3]
Muchos cantantes del vals criollo hicieron historia cantando sobre temas que llegaran al pueblo, canciones que hablaran de ellos. Las canciones hablaban sobre personajes de la sociedad del mestizaje.[4]

Como nos explica la siguiente cita:
“Felipe Pinglo madura y se convierte en el consolidador del valse. Su melodía, definitivamente mestiza, elegente y sobria. Pero es en la letra donde cambia todo el ambiente. Su preocupación por los problemas sociales, hacen que le cante al "Canillita", al "Plebeyo", a la "Pobre Obrerita", a "Jacobo el leñador". Es Pinglo quien le abre las puertas de la poesía al valse. Por ahí regresan Amparo Baluarte, Serafina Quinteras y César Miró.”[5]

La cita nos demuestra que las letras de las canciones criollas fueron esenciales para expresar los problemas sociales, las inquietudes y preocupaciones de personas comunes que vivían el día a día.

La música criolla se podría considerar como la que mejor representa esa mezcla de culturas que somos los peruanos. Además, que cada peruano distinto al otro tiene formas, también, distintas de expresarse, que finalmente se refleja en los diversos géneros que abarca la misma música criolla.

Actualmente, la música criolla representa la cultura peruana principalmente costeña. Al escuchar esta música nos remontamos a la Lima antigua, al nacimiento de la república, al inicio de la peruanidad.


Bibliografía
  1. AMIGOS DE VILLA (2010) Sitio web acerca del distrito de Villa El Salvador que contiene, además, información acerca del Perú y su cultura (consulta: 01 de Noviembre) (http://www.amigosdevilla.it/musica/musica/criolla.htm)
  2. IABPERU (2010) Sitio web dedicado a promover la cultura peruana, en general. Ofrece todo tipo de información cultural acerca del Perú, además, ofrece noticias y espacios de comunicación. (consulta:01 de Noviembre)(http://www.peru.com/otros_especiales/especial_criollo_2001/historia/)
  3. RCP WEBS (2010) Sitio web acerca de la Música Criolla y sus diferentes aspectos. Además, la página tiene un propósito cultural. (consulta: 01 de Noviembre)(http://www.yachay.com.pe/especiales/criollo/represen.htm)
  4. LUCENA, Nuria(2003) Enciclopedia Larousse. 9na Edición. Colombia: SPES Editorial
  5. EDITORIAL SOL 90 (2003) Personajes del Perú y del Mundo. Tomo 12.Barcelona: El Comercio
  6. EDITORIAL SOL 90 (2003) Historia Universal. Tomo 10. Barcelona: Empresa Editora El Comercio.


[1] Cfr. Amigos de villa (2010)
[2] Cfr. Lucena (2003)
[3] Cfr. IABPERU (2010)
[4] Cfr. Personajes del Perú y del mundo (2003)
[5] Cfr. RCP WEBS (2010)
Música Criolla
Gianmarco cantando la famosa canción El Plebeyo de Felipe Pinglo.

sábado, 6 de noviembre de 2010

Música en los Andes

Algunas de las formas de origen incaico tenemos: Harawi, que es una canción cuyas melodías expresan sentimientos del alma. Dentro de su contexto, se le cantaba a la ingratitud de la amada; ello involucraba las penas de amor[1]. Otro seria el Huayno. Esta es de expresión más festiva y alegre y conocida hasta la actualidad; y por ultimo; el Trilla-takiy, cantos que se ejecutaban durante la trilla (separar el grano de la paja)[2]
Como principal característica, en el desarrollo de este arte, se tiene que la música incaica se componía en cinco notas musicales (Pentatónica). Cabe señalar que de todo lo adquirido por otras culturas, respecto a la música, adaptaron lo adquirido elaborando instrumentos de viento y percusión; entre ellos están las quenas y flautas (antara, pincullo), los tambores, entre otros. Los cuales, dentro del proceso, fueron instrumentales en sus inicios y, adicionalmente, con el paso de los años, se introdujo la voz como elemento importante de su estructura[3]. Además, es importante no dejar de lado la influencia que tuvo su ejecución –de la música- durante las labores agrícolas del Estado. Las tareas de campo se convertían en agradables reuniones. Sin dejar de lado, que los instrumentos musicales empleados en dichas manifestaciones, eran diversos según las danzas a interpretar en la celebración[4].
 El desarrollo de la música durante el periodo del Tahuantinsuyo siempre estuvo ligado con la danza; la cual fue imaginativa y expresiva. Por medio de esta, el pueblo expresaba su fe, sus esperanzas, temores y su forma de honrar a sus deidades. Además, se sabe que el hombre andino, en cuanto a su principal divinidad que es el sol, poseía cantos rituales muy importantes, algunos de ellos aun se conservan, a pesar de que las autoridades católicas intentaron hacerlo desaparecer en su momento. Algunos de ellos aun se practican y se exhiben. Estos son los cantos rendidos al Inti (sol), el agua,  la Pachamama (madre tierra), y en una de las fiestas más conocidas: el Inti Raymi (fiesta al sol), entre otros[5].
Es por ello, que hoy, se puede reconocer que la música andina posee dos rasgos preeminentes. La primera tiene que ver con el ámbito rural con una presencia en lo colectivo y ritual. De tal modo que es utilizada en distintas actividades religiosas y también, como parte de la meditación o el pastoreo. La segunda característica se basa en que es una música andina que ha evolucionado dentro de un ámbito urbano. Teniendo más proyección y difusión por agrupaciones que han llevado esta música fuera del continente. Uno de sus representantes más conocidos e influyentes los Kjarkas[6].
No cabe duda de que la música andina es una de las tantas creaciones artísticas más impresionantes que se produjeron durante el periodo del Tahuantinsuyo. El folklore andino, principalmente, caracterizado por tener en sus contenidos sentimientos de tristeza, veneración, culto hacia sus divinidades. La música y el canto siempre estaban acompañados con instrumentos de viento. A pesar del  proceso de desestructuración por el que atravesó el Tahuantinsuyo, algunas de las prácticas ancestrales han podido mantenerse y de alguna manera adecuarse al nuevo régimen.


[1] Cfr. Curatola 1994
[2] Cfr. Juarez 2010
[3] Cfr. Mansilla 2003
[4] Crf. Bolandi 2002
[5] Cfr. Municipalidad Del Cusco 2010
[6] Cfr. Mansilla 2003

 
BIBLIOGRAFIA
1.- MANSILLA, Victor (2003)  La música en el Perú. Cusco: Universidad Nacional de San Antonio de Abad
2.- CURATOLA, Marco (1994) Historia y Cultura del Perú. Lima: Universidad de Lima.
3.- BOLANDI, Cindy (2002) La música inca: un legado de la cultura precolombina en la actualidad. Lima: fondo editorial PUCP
4.- JUAREZ, Juan (2010) Música Inca (consulta: 19 Octubre 2010) (http://www.angelfire.com/music6/jsua02/Inca.html)
5.-  MUNICIPALIDAD DE CUSCO (2010) Contiene información acerca de la música inca y eventos en el Perú. (Consulta: 19 de octubre del 2010) (www.municusco.gob.pe)
6.- ANTOLOGIA (2010) Contiene información acerca de los instrumentos musicales utilizados en la época incaica e información pertinente. (Consulta: 19 de octubre del 2010) (http://antologia.galeon.com/incaico9.html)

Instrumentos Musicales Andinos
 
 
VALICHA (Valeriana): Huayno originario del Cusco